Sabemos que muchas veces la cantidad de tareas que tenemos pendientes nos hace pensar que no nos dará tiempo de hacerlas todas y en vez de ponernos manos a la obra, se nos van las horas preocupándonos y no ocupándonos de ellas.
Para que el tiempo te rinda como tú esperas, te diremos cinco maneras de conseguirlo.
¡Toma nota!
- Agrupa los pendientes por tiempo
Si determinas primero cuánto demoras en cada una de las tareas, es más fácil encontrar cuál momento en tu horario es el más adecuado para hacerlas.
Te aconsejamos asignarles tiempos realistas, es decir, que no sean muy breves pero tampoco que te tomen tanto realizarlas. La idea aquí es distribuir tu tiempo de manera que consigas un equilibrio entre el que puedes asignar a cada asunto que tengas pendiente.
- Prioridad máxima
No todas las tareas tienen el mismo nivel de urgencia ni importancia. Hay que aprender a diferenciar qué es cada uno.
Lo urgente es lo que no puede esperar, pues de ello dependen más actividades, como por ejemplo pagar los recibos de los servicios públicos en cierta fecha. Si no lo haces, los cortarán y no podrás trabajar, además deberás solicitar la reconexión del servicio, algo que te costará más dinero y es probable que también pueda tardar.
Lo importante, por su parte, es algo que se debe hacer, pero que no amerita dejar todo a un lado para hacerlo, como llamar a una amiga para pedir la receta de un postre, como por ejemplo.
Una vez que determines cuál tarea es urgente y cuál es importante, y de saber cuánto tiempo puedes demorar haciendo cada una, será mucho más fácil asignarles un nivel de prioridad y, por tanto, un orden en tus pendientes.
- Delega las responsabilidades
No eres la mujer maravilla y nadie espera que lo seas, por eso es importante saber cuáles tareas puedes asignar a otros. Te aseguramos que, si repartes aquellas que pueden hacer los demás, mientras tú te encargas de las que preferiblemente tú debes hacer, te restarás mucha carga mental y física.
Recuerda que pensar, organizar pendientes y tomar decisiones también son tareas que requieren de tiempo y concentración, por lo que es importante que, de ser posible, no todo eso recaiga en ti.
- Haz pausas razonables
No todo debe ser trabajo y deberes, también hay que dejar tiempo para la recreación y el descanso. Es por ello que las pausas son tan necesarias para que tanto el cuerpo como la mente se reactiven y puedan continuar con las actividades a lo largo del día.
Aparte de los horarios de comida, debes hacer dos o tres pausas a lo largo de la mañana y la tarde. Si trabajas muchas horas en el computador, es necesario hacer pausas activas de cinco minutos, en las que estires los músculos de la espalda, el cuello y las extremidades.
- Evita procrastinar
Por último, evita a toda costa la postergación de tareas.
¿No te pasa que debes entregar un informe a tu jefe y por alguna razón te pones a ordenar un papeleo que tenías atrasado desde hace semanas en vez de empezar con el documento?
Puede que te sientas útil saliendo de actividades que también tenías pendientes, pero es una manera de evadir lo realmente urgente/importante.
Para ello, debes hacer uso del primer tip.
Esperamos que nuestras sugerencias te ayuden a organizarte mejor para que te alcance el tiempo y puedas disfrutar más del libre.
¿Cuál otro consejo añadirías a esta lista?
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