Cuando un niño se porta mal
Se dice que los niños son como esponjas, pues absorben todo lo que encuentran a su paso.
Es por eso que debemos enfocarnos en brindarles siempre los mejores ejemplos y desde pequeños hacer que comprendan la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto.
Mucho nos quejamos cuando nuestros hijos se portan mal, pero hemos de entender que sus conductas y acciones dependen de lo que aprendan de nosotros mismos y de otras personas.
Entonces, nuestra participación en su crianza no solo se basa en el ejemplo que les damos, sino también en ponerles límites cuando detectemos que están haciendo algo mal.
Por ejemplo, si un pequeño de dos años es desordenado, inquieto y quiere cambiar todo de lugar o tocar cosas que se le han prohibido, es entendible.
Pero la misma conducta en un niño de 10 años es reprochable, pues seguramente es consecuencia de mal aprendizaje, que deriva naturalmente de una mala enseñanza.
Cómo enseñar a tus hijos a portarse bien
Para empezar, nosotros mismos debemos tener muy claro qué es lo adecuado y qué no.
Si queremos que nuestros hijos se porten bien, nosotras debemos dar el ejemplo, pues sería muy contradictorio esperar de ellos hagan algo que no somos capaces de llevar a cabo.
A continuación, te decimos cinco tips claves que pueden funcionar para que tu hijo se comporte bien y darle una buena educación,
Claves para que tu niño se porte bien
Toma nota de estas recomendaciones:
Explicar el porqué.
Los niños preguntan todo el tiempo, porque muchas de las cosas que llaman su atención son nuevas para ellos, no tienen nuestra experiencia.
Un niño que entiende por qué no debe hacer algo (causa daño a otros, es peligroso para sí mismo o para los demás, etc.), y entiende de consecuencias, es más propenso a dejar de hacerlo.
Establecer límites.
Los niños malcriados son producto de padres que les dejaron pasar conductas inapropiadas en más de una oportunidad.
Aprendemos por ensayo y error, si el niño logró obtener atención tras una conducta o acción negativa, es más propenso a repetirla, su cerebro está programado para creer que así conseguirá lo que desea.
Apoyarlos en todo momento.
Todos nos equivocamos, pero si un niño lo hace y sus padres solo lo recriminan y no le enseñan, o peor aún, lo ignoran, ese pequeño crecerá con carencias y es algo que puede influir negativamente durante toda su vida.
Es importante que cuente con el apoyo de sus padres cuando necesite concienciar acerca de su comportamiento, pues solo de ese modo sentirá la seguridad suficiente para intentar hacerlo mejor la próxima vez.
En este punto es muy importante inculcar el valor del respeto y enseñarle que sin él se cierran muchas puertas.
Instrúyete.
Los niños se desarrollan emocionalmente (su comportamiento consigo mismos) y socialmente (comportamiento con los demás).
Toma años el proceso para definir la personalidad que tendrán el resto de sus vidas.
Aprender a detectar cuándo falla es importante para saber de qué modo podemos ayudarlos.
Solo tenemos que tener mucha pedagogía al educarlos, y cuidar que mientras mejor les enseñemos a manejar sus emociones, mejor les irá en cada aspecto.
Elogia lo bueno.
Es buena idea reconocer cuando tienen buenas conductas y acciones, pues de ese modo se incentivan a hacer el bien.